domingo, noviembre 25, 2012

Bufanda con complicaciones



Desde el año pasado estaba con las ganas de usar "lanas especiales" para hacer bufandas. Hasta ahora no me había decidido, aunque todo el mundo me había dicho que eran muy fáciles y rápidas de hacer.

Hace poco vi este color tan ponible y resultón y me acordé de mi amiga Natascha que en esta época es la mujer a una bufanda pegada. Así que me puse manos a la obra.

Tengo que reconocer que sí es verdad que se hace muy rápido y es muy sencillo. Pero también advierto que hay que tener muuuuuucho cuidado con que no se te salga la aguja o se te escape ningún punto porque esta bufanda. Ahí donde la veis la he tenido que empezar 8 ó 9 veces, y una de ellas con un punto en la aguja. Es decir, fallé en el remate y oooootra vez a empezar de nuevo. Con esta bufanda he sufrido el complejo de Penélope, que tejía de día para deshacer de noche, pues yo lo mismo. Ay madre, qué desastre. Pero mi pundonor y paciencia me ha hecho terminarla y no tirar a la basura la lana y las agujas. Aunque también tengo que reconocer que no me importaría volver a hacer otra, de hecho, no descarto hacerme una para mi porque el resultado merece la pena.




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