Una nueva vida ha llegado al barrio. Mi vecina ha tenido un precioso bebé que está para comérselo y no dejar de achucharle esos mofletones que tiene. Ahora es el protagonista de todo, de su mamá, de su papá, de su hermanita y de todos los que estamos cerca. Así que se ha llevado los últimos regalitos que han sido:
Una hermosa tarta de pañales, porque las que hemos tenidos bebés sabemos que nunca vienen mal y nunca están de sobra. Que va acompañada de una cremita y un sonajero para que perdure algo del regalo una vez se haya "comido" la tarta enterita.
Y tres baberitos cada uno en un estilo distinto y colores distintos para que cambie y esté requeteguapetón a la hora de comer.
Muy muy bonitos los baberos, y la tarta dan ganas de comérsela!!!!
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